Recorrido muy exigente donde prácticamente salvamos buena parte del desnivel en los primeros 12 kilómetros, hasta la cima del Balandrau. A partir de este punto prácticamente iremos siempre cresteando y atravesando collados, hasta coronar los 4 picos de más de 2000 m que conquistaremos.

El circuito tiene como punto culminante el Balandrau, una cima clásica del excursionismo catalán, que a la vez es una atalaya sobre el valle de Coma de Vaca y las cimas más orientales del Pirineo.

Iniciamos el recorrido en la Oficina de Turismo del Valle de Ribes, y cruzamos el pueblo buscando las ruinas del Castell de Sant Pere. Subiremos por las escaleras que nos hacen pasar junto a las ruinas y atravesamos la urbanización hasta encontrar una alambrada, que pasaremos y tendremos la precaución de volver a cerrar. Aquí ya iniciamos el sendero, que en progresiva subida nos lleva hasta Can Nadal, donde giraremos a la izquierda para realizar un corto tramo de cemento. Hechos estos aproximadamente 100m, en la Collada de Can Nadal veremos un sendero que sale a nuestra derecha. Lo tomaremos, y sin dejarlo en ningún momento, nos llevará a cruzar la pista de Ribes-Tregurà. Sólo la cruzamos y en frente tenemos el sendero por donde seguiremos subiendo, ahora ya de manera más pronunciada hasta un letrero indicador. Aquí haremos un giro completo a la izquierda para iniciar un tramo de fuerte bajada entre árboles. Al final de este tramo saldremos a una pista de aprovechamiento forestal que planeando nos llevará a cruzar el Torrent de Serrabona, para seguir por el camino fresado hasta el núcleo de El Serrat, donde entraremos por la Ermita de la Verge del Remei y lo cruzaremos en su totalidad, para seguir por el camino ancho hasta el repetidor. Aquí dejamos el camino y subimos a nuestra derecha por prado, hasta encontrar otra pista poco más arriba, que seguiremos y poco después se convierte en sendero, que aumentando la pendiente conforme ganamos altura, nos dejará en el Camino de los Collets, ya a 1600m de altura.

Sólo cruzamos la pista y seguimos subiendo, primero por prado y camino ancho, y después por sendero en medio del bosque, hasta los Llanos del Atalaiador, donde alcanzaremos por primera vez en el circuito la cota 2000. Sin pérdida, y siempre siguiendo la cresta por prado, pasaremos de la Cumbre del Atalaiador, una cota sin demasiada importancia pero con unas vistas del Valle de Ribes espectaculares. Seguimos ascendiendo siempre por prado con la vista fijada en Roques Blanques, nuestro próximo objetivo, y donde iniciaremos un tramo más llano que nos dará la primera visión de la cima del Balandrau. Ya sólo nos quedará la pirámide final para conquistar los 2564m.

Después de contemplar las fabulosas vistas que nos ofrece la cumbre, retrocederemos hasta el pie de la última subida para empezar a bajar por la cresta de la Serra de la Canya hasta el Coll de los Treguradesos. Esta cresta es siempre ancha y por prado, no nos hará afrontar ninguna dificultad técnica, más allá de los pequeños toboganes que iremos superando. Así llegaremos hasta el Cerverís, de 2208m, segunda cima y segunda altura de la jornada.

Seguiremos la cresta sur de la cima para llegar a la Collada de Meianell, donde haremos un corto tramo de pista antes de seguir recorriendo los pastos alpinos que dominan todo este lugar para llegar al Pico de Mont-Roig y el Pel-de-ca, dos cotas de poco más de 1900m que irán castigando las piernas. Una vez en la segunda cota, cruzamos el hilado de ganado para empezar a bajar paralelos a otro hilado, esquivando árboles y matorrales, esta vez sin camino evidente. De esta manera llegaremos a un camino más ancho y fresado que nos irá bajando más cómodamente hasta la Collada Verda.

Este collado es el paso natural tradicional de intercambio de comercio entre los valles de Camprodon y de Ribes. Nosotros sólo lo cruzaremos, y poco después encontraremos el nacimiento del Río Segadell, que aporta sus aguas al Freser en el núcleo de Ribes. Aprovecharemos para cargar agua, ya que no volveremos a encontrar en lo que nos queda de trayecto. Seguiremos por prado, en subida continuada, hasta llegar a Coll de Pal, donde volveremos a carenar, esta vez toda la Serra Cavallera.

Esta cresta vuelve a ser verde y ancha, sin complicaciones, con una subida constante, hasta llegar al Puigestela, que con 2013m es la tercera cumbre de más de 2000m de la jornada. Salimos de la cima y seguimos bordeando, esta vez con algún pequeño tramo algo más técnico de lo que hemos encontrado hasta el momento, pero que tampoco nos despeinará mucho. En bajada constante nos encontraremos en la Portella de Ogassa, que como en el caso de la Collada Verde, durante años ha actuado como paso natural de los pastos y los agricultores de las dos vertientes de la sierra. Levantamos la vista y ya vemos el último objetivo del día, el Taga, donde llegamos siguiendo un fresado camino sin ninguna dificultad más allá de la pendiente y el cansancio.

Pasamos junto a la cruz, un mirador espectacular de buena parte de Cataluña, y después de las fotos y el descanso para coger fuerzas, encaramos el último tramo de descenso. El inicio es suave, por cresta sencilla, pero al poco la cosa cambia y la pendiente se hace importante, exigiéndonos un gran trabajo muscular. En todo momento vemos el pueblo de Ribes de Freser en el fondo del valle, todavía lejos, pero que se va acercando a la misma velocidad que bajamos de la cima. Dejamos el prado atrás para entrar en el bosque, siempre por camino fresado, para llegar a los Plans de Conivella, donde el descenso nos dará una pequeña tregua. Una vez termina el hilado que hace rato seguimos, giraremos a la derecha para seguir un tramo de pista un par de cientos de metros, para a continuación tomar un escondido sendero que nos saldrá a la izquierda de la pista y que siempre en bajada en conducirá hasta el Collet dels 7 Fortins, un cruce de pistas donde pasaremos dos hilados para volver a adentrarnos en el bosque y encarar el último tramo de dura bajada.

Esquivando árboles y raíces llegaremos hasta los depósitos nuevos, donde un corto tramo llano nos dará un respiro, para poco después girar a la derecha y bajar por el sendero hasta la Fuente de la Caterineta, donde ya entraremos en el pueblo de nuevo y vamos a ir a buscar el pabellón y el Paseo Àngel Guimerà para devolver tranquilamente hasta el punto de salida, ante la Oficina de Turismo.

Agua: En Ribes de Freser encontraremos todos los servicios necesarios. Fuente al cruzar el núcleo del Serrat. En la Collada Verda encontraremos el nacimiento del Río Segadell y un abrevadero, donde podremos refrescarnos y cargar agua. Es recomendable llevar pastillas potabilizadoras.

Circuito ideal para realizar un entrenamiento largo y con desnivel. Encontraremos zonas técnicas, otras de fuerte subida, algunos tramos muy  corribles y coronando dos de los picos más emblemáticos de la zona, Taga y San Amand.

En épocas frías tendremos cuidado ya que podemos encontrar zonas heladas. Tendremos la precaución de llevar mínimo una chaqueta cortavientos, aunque lo realicemos en verano. En invierno controlaremos la previsión meteorológica, ya que podemos encontrar mucha nieve en las cumbres los días posteriores a fuertes nevadas.

Iniciaremos la ruta en la Oficina de Turismo de Ribes de Freser, donde encontramos sitio para aparcar. Cruzaremos el pueblo por el Paseo Àngel Guimerà y a la altura del pabellón deportivo giraremos a la izquierda en el Paseo de la Caterineta. A la altura de la Fuente de la Caterineta encontraremos el sendero que, ya desde el principio en fuerte subida, nos va haciendo coger altura. Sin tregua llegaremos hasta el Collet de los Fortines, un cruce de pistas donde atravesaremos dos hilados. Después del segundo dejaremos la pista y en la izquierda seguiremos subiendo fuerte, hoy por prado.

Siempre iremos por sendero bien marcado, y sólo pisaremos la pista en cortos tramos de enlace. En constante subida llegaremos a los prados de Conivella, donde dejamos por unos momentos el bosque atrás y podremos disfrutar, ya con la pendiente suavizada de unas espléndidas vistas del Taga a un lado, de la Sierra de Montgrony al otro, y detrás nuestro el Pirineo más altivo.

Terminado el tramo de prado nos volveremos a esconder entre árboles, en un tramo corrible con alguna subida corta y progresiva, que nos llevará hasta la cota más alta del circuito, justo en las laderas del Taga. Aquí descenderemos en un zigzag hasta el Coll de la Pera, donde siempre tendremos a la vista el repetidor que domina el lugar. Pasaremos justo al lado de las instalaciones y, primero por prado y luego por sendero, bajaremos hasta el núcleo de Bruguera, un barrio agregado en Ribes de Freser que se ha conservado intacto con el paso del tiempo y que nos traslada a la vida rural de años atrás.

Cruzamos el núcleo por el centro, en un tramo cementado, hasta el barrio del Serrat Roig. Detrás de la última masía  empieza la trialera, corta pero bastante derecha, que nos llevará hasta el Coll de la Portella. En este punto encontraremos un sector donde poder descansar y coger fuerzas para lo que nos queda. Por camino cómodo iremos avanzando, primero ancho para después convertirse en un sendero en medio de un espeso hayedo, hasta llegar a Saltor por el collado del mismo nombre, no sin antes tener que remontar algún tramo bastante empinado.

Dejaremos la ermita y la masía de Saltor. Continuamos siempre a nuestra derecha mientras seguimos las roderas de 4 × 4. En cuanto prácticamente la hayamos rodeado por entero giraremos a la izquierda por pista. Esta pista durará poco y rápidamente se convertirá en un sendero, marcado como GR, que nos llevará cómodamente el Collet del Vent, bajo el risco de San Amand. Atravesamos el cuello y seguimos por el GR hasta poco antes de llegar a Santa María de Vidabona. Haremos un brusco giro a la izquierda y siempre siguiendo el risco en medio de un espeso hayedo, llegaremos a las ruinas de Cal Pegot y poco después al Coll de la Tuta.

En este punto iniciamos de nuevo la fuerte subida, que siempre entre árboles y superando unos balcones que nos regalan unas vistas privilegiadas del bajo ripollés por un lado y la Sierra Cavallera por el otro, nos subirá sin tregua hasta la Cumbre de San Amand, a 1851m. Esta cumbre y su cruz bien valen una parada, donde divisamos media Cataluña y sus sierras; Montseny, Milany, Montserrat, San Llorenç, hasta el Pedraforca.

Reiniciamos la marcha cruzando el pequeño prado que hay junto a la cima, para dirigirnos a Coll de Jou, no sin superar antes algún tramo técnico de sendero y pasar por el Pla de la Pena. Llegaremos al collado por prado, en fuerte bajada, y sólo cruzamos la pista de cemento para empezar a subir, todo recto, hasta la cruz del Taga, que nos vigilará durante toda la subida. Este tramo es quizás el más duro del circuito, con pendientes que llegan al 40% y donde nos ayudaremos seguramente clavando las manos en el suelo.

Una vez en la cima disfrutaremos del espectáculo; todo el Pirineo Oriental ante nuestros ojos, con el Puigmal como claro dominador.

Después de recuperar fuerzas y disfrutar del paisaje, sólo nos queda iniciar el rápido y directo descenso hasta Ribes de Freser. Todo el primer tramo es por prado, con fuerte pendiente, hasta el Pla de Conivella, lugar por donde hemos pasado unas horas antes. Una vez los prados desharemos todo el camino inicial, siempre en bajada, hasta volver al Paseo de la Caterineta y de ahí atravesar el pueblo hasta llegar a la Oficina de turismo de nuevo, el punto de partida del circuito.

Agua: En Ribes de Freser encontramos todos los servicios. Al paso por Bruguera encontraremos diversas fuentes. En Coll de Jou, desviándonos un poco de la ruta y bajo el Refugio Sant Jordi, encontraremos una fuente.

Recorrido muy exigente donde prácticamente salvamos todo el desnivel en los primeros 12 kilómetros. Evitaremos hacer el recorrido en invierno ya que gran parte del circuito lo encontraremos nevado. En verano no tendremos que preocuparnos demasiado por el agua, ya que encontraremos casi durante todo el recorrido.

El circuito tiene como punto culminante el Puigmal, una cima cuna del excursionismo catalán que a la vez es una atalaya de 360º sobre el Ripollès y la Cerdanya. Además pasaremos por un punto emblemático como es el Santuario de la Virgen de Nuria.

Iniciamos el recorrido en la Plaça del Raig, en el centro de Queralbs, subiendo las escaleras que salen del lado de la fuente y siguiendo las indicaciones de los rótulos del Camí Vell de Nuria. La subida empieza dentro del núcleo, por las calles asfaltadas, y de golpe se convertirá en un sendero, que entre árboles, nos llevará a cruzar la pista de Fontalba. Sólo la cruzamos, seguimos unos metros por el cemento, y encontramos de nuevo el sendero.

Con alguna pequeña tregua, el sendero nos irá haciendo ganar desnivel de manera progresiva. Primero encontraremos una bifurcación del sendero, donde a pesar de que los dos caminos nos dejarán en el mismo lugar, seguiremos el de la derecha, flanqueando una pequeña tartera inicial. Poco después el sendero nos hará cruzar el Río de Nuria por el Puente del Cremal, y seguiremos subiendo por el camino fresado flanqueando las Roques de Totlomon, pasando junto a la cascada conocida como Cola de Caballo y planeando hasta volver a cruzar el río por una pasarela de madera, en el mismo punto que el cremallera nos pasará por encima.

Aquí volvemos a subir mucho, ya sin demasiada tregua, hasta llegar al Coll de la Creu de Riba, donde tendremos una panorámica de lujo sobre el santuario y el Lago de Nuria, creado artificialmente para controlar las aguas del río.

Dejamos el santuario atrás y remontamos la suave subida de la pista verde de debutantes, hasta su final, donde encontraremos una palanca de cemento que nos ayudará a cruzar el torrente, para seguir subiendo a la derecha hasta encontrar un cartel indicativo que nos servirá de guía. Al frente se nos presentará la Coma de l’Embut, por donde pasa el camino fresado que seguiremos, remontando bancales, hasta cruzar el torrente del mismo nombre y, tras los prados posteriores, se nos abre la visión del Puigmal.

Con la cima de vigía, seguimos subiendo por el ancho prado hasta ver el nivómetro a nuestra derecha, y el sendero que toma una fuerte pendiente a la izquierda. Este último tramo sube duro para superar los últimos 350m + hasta alcanzar los 2910m del punto culminante del Pirineo Oriental.

Descansaremos, comeremos y haremos las fotos de rigor, e iniciaremos el descenso por la vertiente francesa, siempre por sendero alpino bien fresado. Al igual que la subida, el primer tramo es bastante empinado, bajando haciendo un zigzag por pedregal, hasta que encontramos las Clotes del Puigmal, una explanada verde que invita a estirarse. Aquí termina la parte más vertical  del descenso, y empezamos a carenar por sendero primero y por camino ancho después, hasta el Tossal del Pas dels Lladres, que identificaremos por la figura del remonte de la antigua estación de esquí alpino, y donde llegaremos después de una corta y pronunciada subida. Detrás ya visualizaremos el Pas dels Lladres o Coll de Queralbs, un amplio collado fronterizo entre los dos países, y donde bajaremos por el pedregal con precaución.

Llegados al collado giraremos a la izquierda, flanqueando por prado hasta encontrar pronto el sendero trillado que por la cresta de la Vaquerissa, que en bajada constante y siempre al lado de la alambrada de ganado, nos llevará hasta un prado donde dejaremos el sendero y vamos a ir a la izquierda para seguir paralelos a la alambrada. Sin dejarlo, llegaremos al Pla dels Ventolanesos, un prado donde encontraremos un paso para cruzar la alambrada. En este punto encontraremos las marcas de GR, que sin dejarlas, nos llevarán a cruzar por una palanca el Torrent de la Font de l’Home Mort. Aquí nos podremos refrescar y cargar de agua para realizar el último sector del circuito.

Una vez cruzamos la palanca sobre el torrente, giramos a la derecha atravesando una confluencia de torrentes y seguiremos el GR que nos lleva a un sendero que baja a nuestra derecha. Este sendero irá atravesando pequeños torrentes y algunos prados hasta pasar junto a la Font de les Places y la masía del mismo nombre. Pasaremos por la izquierda de la casa y seguiremos el GR en todo momento, alternando algún pequeño tramo de pista con el sendero, hasta que a la altura del Torrent de Places, donde ya saldremos a la pista, la cual en poco más de un kilómetro nos llevará de nuevo a Queralbs, donde llegaremos por detrás de la Iglesia de Sant Jaume y por las calles estrechas del pintoresco casco que nos devolverán a la Plaça del Raig, punto de salida.

Agua: en Queralbs encontraremos agua y un bar. Fuente de San Gil en Nuria. Fuente en el Torrent de lHome Mort. Font dels  Plaus. Menos el último tramo de subida al Puigmal, y la bajada hasta la Fuente del Home Mort, el resto del recorrido vamos paralelos al Río de Nuria o algún torrente, pudiendonos refrescar a menudo.